martes, 29 de noviembre de 2016

¡Di no a la violencia feminicida!


ONU mujeres dice, 6 de cada 10 mujeres sufren violencia, ¿y?

Durante varias semanas hemos hablado de asesinos seriales, sanguinarios e incomprensibles, las víctimas casi todas mujeres. Bundy, Shawcross, Hansen, Chikatilo, el asesino de Green River y tantos otros, todos ellos, lanzaron su rabia contra aquellas que consideraban inferiores y culpables de algo que sólo habitaba en su cabeza.

Aunque hay diversos tipos de violencia, entre las peores están la violencia de las instituciones que imparten y administran la ley, así como las mujeres que son obligadas a ejercer la esclavitud sexual, uno de los miles de ejemplos es Sonia Sánchez, una mujer argentina que desde los 15 años fue sometida junto con otras muchas a saciar los bajos instintos del género masculino, ¿será por eso que aunque la Constitución dice que ante la ley todos somos iguales y están prohibidas las instancias y tratos especiales, aun así fue creada Fevimtra? Eso tampoco ha servido, no en México porque hay ministerios públicos mujeres que desprecian a aquellas que presentan querellas por violencia, como ocurrió la semana pasada cuando Cecilia acudió en Silao, Guanajuato con la licenciada Diana López Ramos, le contó a la MP sus pesares y el infierno que le hacía pasar su marido y padre de su hijo de apenas 1.6 años.

"Tienes un minuto para sacar al niño, me lo voy a llevar”, “no te voy a dar dinero más que para leche y pañales, ahí tu verás cómo le vas a hacer, pero para el niño no necesitas más porque yo ya no te quiero y pobre de ti que molestes a mi novia”. Ante estos comentarios y varias amenazas de incluso quitarle al bebé para que nunca lo volviera a ver, López Ramos le contestó: “Tú tienes la culpa por haberlo elegido como esposo y no tienes por qué impedirle ver a su hijo, también lo elegiste como su padre, así que ni modo, te aguantas porque él también tiene derechos”. Como podemos entender, no se trata de crear instancias especializadas sino de la correcta aplicación de la ley, la misma legislación es humanista, de hecho mucho más que las mismas personas que se hacen cargo de recibir las denuncias.

Volviendo al tema de la trata, Sonia Sánchez señaló en entrevista hace un año sobre su libro “Ninguna mujer nace para ser puta” sobre la persona que la llevó a esta terrible existencia de sobrevivencia. “¿Y ahora qué hago?”. Y me respondió: “Nada, sentate en el banco, que los hombres van a hacer todo”. Nunca más en mi puta vida me voy a olvidar de esa frase que me marcó para siempre. Así, los hombres me hicieron la puta de todas y de todos… No recuerdo el primer varón que me prostituyó. En mi memoria borrosa me veo entrando sola a un hotel de pasajeros y con un plato de comida caliente en la mano. Una semana después la policía me llevó presa por primera vez y me enteré en ese momento que en la provincia de Buenos Aires se castigaba con cárcel a las prostitutas que estaban en la calle. ¿Y sabés por qué me detuvieron? Porque no tenía “fiolo” (proxeneta). La policía te obligaba a tener “fiolo”.

No resulta novedoso que sea en muchísimos países del mundo que el ejercicio del patriarcado impida una realidad igualitaria, porque los tratantes y proxenetas no distinguen entre sexos ni status sociales, al respecto Sonia refirió:

“Porque las mafias vienen por nuestras niñas, porque cada día aumentan la prostitución y la trata… Mi madre cuando me parió no dijo que Sonia iba a ser la puta de la familia. Y hoy con la trata de personas, muchas mujeres, muchísimas, todas las que son pobres, están en peligro de ser víctimas de trata. Y también los varones, cada día hay más varones traficados y feminizados en la prostitución”.

Este negocio da a los traficantes de personas una ganancia de 32 billones de dólares, porque ciertamente una dosis de droga se vende una vez, pero a una persona la pueden mercar muchas veces al día, y cuando ya no sirve las matan, no sin antes extirparles los órganos.

Al parecer, a los gobiernos no les importa eliminar este fenómeno, porque las mujeres pueden tener más hijos, frío, tal como se lee, las afectaciones a las economías son más graves que los asesinatos sistemáticos de mujeres.

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron tres valientes mujeres en República Dominicana que lucharon contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, esta oposición les costó la vida, su muerte fue terrible y tortuosa, un buen relato lo podemos hallar en una increíble novela, escrita por el Nobel de las letras Mario Vargas Llosa “La Fiesta del Chivo”, en esta obra describe la vida en este país y las desgracias que le ocasionaron a sus habitantes el terrible yugo de el chivo, al igual que sus perversiones.

Por: María Reyes / @Agnte_1

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