La cascada cuando el agua del río Gallinas fluye normalmente. |
La maravillosa cascada de Tamul, con sus 105 metros de caída libre, lo más espectacular que tiene San Luis Potosí para los ojos del turismo que gusta de saltos de agua, se ha secado desde hace 50 años por convenios de la Comisión Nacional de Agua con los cañeros que explotan el río Gallinas para el riego de sus sembradíos que terminan con la extracción de azúcar en los ingenios.
El problema es que esos acuerdos añejos no han sido modificados ni en una coma, pero el grupo de cañeros que usa el afluente crece en número y el caudal no es lo abundante que fue en esos años.
El director de Turismo y Cultura en el municipio de Aquismón, donde se asienta la cascada, Julián Díaz Hernández, lo explicó a Vallestar de la siguiente manera:
"Simplemente la Conagua no tiene el censo de los cañeros. No sabe quiénes tienen concesión y quiénes, a su vez, usan el agua de la cascada de forma ilegal".
El dato clave e interesante es que los cañeros acordaron utilizar el río para regar la caña desde mediados del siglo pasado. Determinadas cantidades de líquido es lo que tienen derecho a utilizar, pero hasta el momento se desconoce qué hace la Conagua para verificar el cumplimiento de lo autorizado.
Antes de la Semana Santa la cascada se secó. Y hace unos días, de nuevo. No hubo poder humano que convenciera a los productores de caña de dejar más agua a la cascada, bajo el argumento de que tienen el permiso federal para abrir y cerrar la llave que ha permitido a Tamul ser una cascada de fama internacional, inspiración de muchas grabaciones, fotografías e historias de sus continuos visitantes.
El problema es que esos acuerdos añejos no han sido modificados ni en una coma, pero el grupo de cañeros que usa el afluente crece en número y el caudal no es lo abundante que fue en esos años.
El director de Turismo y Cultura en el municipio de Aquismón, donde se asienta la cascada, Julián Díaz Hernández, lo explicó a Vallestar de la siguiente manera:
"Simplemente la Conagua no tiene el censo de los cañeros. No sabe quiénes tienen concesión y quiénes, a su vez, usan el agua de la cascada de forma ilegal".
El dato clave e interesante es que los cañeros acordaron utilizar el río para regar la caña desde mediados del siglo pasado. Determinadas cantidades de líquido es lo que tienen derecho a utilizar, pero hasta el momento se desconoce qué hace la Conagua para verificar el cumplimiento de lo autorizado.
Antes de la Semana Santa la cascada se secó. Y hace unos días, de nuevo. No hubo poder humano que convenciera a los productores de caña de dejar más agua a la cascada, bajo el argumento de que tienen el permiso federal para abrir y cerrar la llave que ha permitido a Tamul ser una cascada de fama internacional, inspiración de muchas grabaciones, fotografías e historias de sus continuos visitantes.
Seca. |
Julián Díaz, quien además es escritor y tiene en su haber muchas obras de investigación diversa, subrayó que la cascada seca sí es perjudicial para el flujo turístico de Aquismón, pero igual se mantiene como el atractivo predilecto.
"La verdad la cascada cada vez tiene más visitantes. Bien puedo afirmar que sumamos más de 70 mil de octubre a la fecha y que de ese total, Tamul registró unos 40 mil en tan sólo dos semanas".
Ayer, el funcionario estuvo en el poblado de La Morena, desde donde a través de lanchas los turistas y visitantes en general, empiezan la aventura de ir por el río al encuentro con ese gigante líquido color azul turquesa también conocido por los viejos lugareños como "La Sonadora", por el imponente ruido que hace durante su gruesa caída de agua, cuando los cañeros no abusan del río Gallinas.
El caso es que Julián Díaz vio pasar a siete lanchas con entre 10 y 12 personas en un lapso corto.
"Tamul es visitado todos los días, no solamente en días feriados como suponen los cañeros y la Conagua", observó.
"La verdad la cascada cada vez tiene más visitantes. Bien puedo afirmar que sumamos más de 70 mil de octubre a la fecha y que de ese total, Tamul registró unos 40 mil en tan sólo dos semanas".
Ayer, el funcionario estuvo en el poblado de La Morena, desde donde a través de lanchas los turistas y visitantes en general, empiezan la aventura de ir por el río al encuentro con ese gigante líquido color azul turquesa también conocido por los viejos lugareños como "La Sonadora", por el imponente ruido que hace durante su gruesa caída de agua, cuando los cañeros no abusan del río Gallinas.
El caso es que Julián Díaz vio pasar a siete lanchas con entre 10 y 12 personas en un lapso corto.
"Tamul es visitado todos los días, no solamente en días feriados como suponen los cañeros y la Conagua", observó.
Las visitas se dan todos los días. |
-¿Era algo que se veía venir?
"Sí, pero es irónico que la Conagua puede evitar que la cascada se seque y de repente diga que no es posible negar el agua a los cañeros. No debería pasar. Sale de cualquier lógica", consideró.
Por lo pronto, Aquismón hizo una solicitud por escrito a la delegación federal ubicada en el municipio de Ciudad Valles, exhortando a que cese el riego cañero.
Ya se verá...
"Sí, pero es irónico que la Conagua puede evitar que la cascada se seque y de repente diga que no es posible negar el agua a los cañeros. No debería pasar. Sale de cualquier lógica", consideró.
Por lo pronto, Aquismón hizo una solicitud por escrito a la delegación federal ubicada en el municipio de Ciudad Valles, exhortando a que cese el riego cañero.
Ya se verá...
Maravilla de la Huasteca Potosina. |