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Ni modo de partir el río en dos. |
Washington, EU.- Las dificultades físicas y geográficas —incluyendo el Río Bravo (Grande) y la amenaza a la vida silvestre— dificultarán la construcción del "gran muro hermoso" en la frontera con México que prometió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el secretario del Interior de ese país, Ryan Zinke.
Construir un muro "es complejo en algunas áreas", incluyendo el Parque Nacional Big Bend y a lo largo del Río, que serpentea a través de casi la mitad de los 3 mil 218 kilómetros (2 mil millas) de frontera, reconoció Zinke.
"La frontera es complicada, tanto como para construir un muro físico", apuntó en citas reportadas primero por E&E News. "El Río Grande..., ¿de qué lado del río vamos a poner el muro? No vamos a colocarlo en nuestro lado y ceder el río a México. Y probablemente tampoco vamos a ponerlo en la mitad del río".
Una de las alternativas que podrían resultar, expuso Zinke, más apropiadas en la zona sería colocar monitores electrónicos, mientras que las áreas con imponentes rasgos naturales no requerirán refuerzos de seguridad adicionales.
Actualmente, la frontera ya cuenta con sensores bajo tierra y torres con cámaras de vigilancia, a lo largo de más de mil 100 kilómetros de valla en Texas, Nuevo México, Arizona y California, y no está muy claro entonces cuánto de la instalación que espera colocar Trump será nueva.
Los comentarios de Zinke, y el plan presupuestario del gobierno en el que se solicitan miles de millones de dólares de los contribuyentes para financiar el gobierno, son una dosis de realidad y un posible indicio de que el presidente ha dejado atrás su plan inicial.
Las complicaciones que resaltó Zinke fueron las mismas que enfrentaron los predecesores de Trump, George W. Bush y Barack Obama, en su intento por construir o completar cientos de kilómetros (millas) de cercado a lo largo de la frontera.
El cercado que ya fue colocado es una mezcla de varios diseños, incluyendo unas enormes placas de acero diseñadas para evitar el paso de personas y vehículos, así como postes de acero de menor tamaño que solo bloquean el paso de autos. En partes del Valle del Río Grande, en Texas, algunos tramos de cercado se ubican a casi kilómetro y medio (una milla) de la frontera, en parte por una planicie aluvial y para apegarse a un tratado internacional.
Y en Texas, casi toda la tierra a lo largo de la frontera es propiedad privada. Cuando Bush intentó construir cercado fronterizo a partir de 2006, se enfrentó a una férrea oposición de los granjeros y rancheros locales, muchos de los cuales demandaron al gobierno respecto a los planes de utilizar sus tierras.
El Departamento de Seguridad Nacional es responsable del muro fronterizo, pero Zinke dijo que el Departamento del Interior tendrá un importante papel de respaldo. De acuerdo con la Oficina de la Contraloría del Congreso, los terrenos federales y tribales componen cerca de mil 17 kilómetros (632 millas), o prácticamente una tercera parte de los 3 mil kilómetros de frontera.
"A fin de cuentas, lo que importa es la seguridad de los estadounidenses y garantizar que tenemos una frontera", dijo Zinje a reporteros en conferencia telefónica. "Sin fronteras, no hay países".
Cientos de especies viven en un radio de 48 kilómetros (30 millas) de la frontera, incluyendo el jaguar y el lobo mexicano, especies cuya supervivencia está amenazada de antemano.
El gobierno de Trump se alista para relajar las protecciones a los jaguares, que viven en el norte de México y en algunas partes del suroeste de Estados Unidos, lo que facilitaría la construcción del muro.
Durante su campaña, Trump arengaba a las multitudes con su insistencia de que se levantaría un muro a lo largo de la frontera, y que México lo pagaría.
Fuente: AP