Martín Vázquez Vázquez, uno de los candidatos, presidió el Ceepac. |
La prevalencia de candidatos oficiales que incumplen requisitos básicos, pone en riesgo la legitimidad de la elección de Comisionado de la CEGAIP que esta semana realizará el Congreso del Estado en sesión ordinaria.
Seguir la línea del gobernador, tendría como consecuencia la judicialización del proceso, tal como ocurrió con la actual comisionada, Claudia Ávalos (envuelta en un conflicto de interés por ser hija del ex Secretario de Salud, Roberto Ávalos, quien fuese muy cercano al entonces gobernador, Fernando Toranzo Fernández).
De 24 perfiles que se acercaron al Legislativo, uno de los favoritos del gobierno es Martín Vázquez Vázquez, personaje de triste memoria en su paso por la Presidencia del CEEPAC.
Sin empacho, Martín fue asesor de campaña de Juan Manuel Carreras y actual empleado de la Secretaría de Educación de gobierno estatal.
¿Cómo encargarle la transparencia a quien de entrada no es imparcial y desconoce la materia?
El otro favorito es Alejandro Lafuente, militante priista, quien como Vázquez Vázquez es inelegible por no cubrir el requisito de ley de tener experiencia en transparencia.
Total, ¿qué tanto es pasar de la opacidad en la Delegación de Gobernación, al Órgano garante de la rendición de cuentas?
Gobierno del estado debe pensar que los potosinos son zombies y se les puede endilgar cualquier ocurrencia afín a sus intereses, dando por hecho que la "elección" solo será otra designación del Ejecutivo procesada a través del Congreso.
Seguramente Gobierno pretende lavarse las manos declarando que no intervendrá en el proceso, pero al mismo tiempo sus personeros cabildean activamente para impulsar a los favoritos de Carreras. Aunque... ¿de veras son de Carreras?
Por eso no es de sorprender que los resultados de la CEGAIP sean los de un organismo tapadera con nulo reconocimiento público.
Aprovechando el río revuelto, Yolanda Camacho pretende perpetuarse al apoyar a su incondicional Oscar Devo Villalpando, quien es actualmente su subordinado.
De estos personajes baste recordar el episodio premonitorio en el que se autonombraron flamantes Comisionados en una publicación institucional; por supuesto sin serlo ninguno de los dos.
En el caso de Camacho la bola de cristal acertó y está por verse si así será con su protegido y ante todo, si después de este embrollo su ética puede considerarse intacta.
El perfil de Comisionado requiere de independencia e imparcialidad tanto hacia el poder en turno como a partidos políticos.
Sin embargo, en la lista de aspirantes figuran también personas con claras ligas partidistas, como el ex diputado panista, Adrián Ibáñez Esquivel.
Con vínculos al blanquiazul asimismo está en la lista de inscritos Ignacio Ramírez Diez Gutiérrez, cuya hermana fue diputada federal en la anterior legislatura.
Antes del primero de julio, el Congreso del Estado debe elegir al relevo de Oscar Alejandro Mendoza pero la posibilidad de que el proceso se judicialice es muy alta, ya que existe abierta inconformidad de algunos participantes por las claras imposiciones.
Un gobierno es las decisiones que toma y la que viene tiene un alto significado social. Intervenir en una decisión de esta naturaleza, mata la independencia de un organismo que sin ello es nada.
No está el humor público del país para autoritarismo disfrazado de gobernabilidad; no está el momento político del Estado para terminar de echar por la borda una institución que ya hace agua solo para favorecer a los amigos.
No se trata de elevar a amigos e incondicionales sino dar una muestra de ética política.
Es muy pronto para decir "¡Pobre San Luis!".
En todo caso, el gobernador tiene la palabra.
Fuente: carmen.mariano79@gmail.com