A tres meses de asistir con puntualidad a sus terapias de rehabilitación física en el Hospital General de Zona No. 50, Antonio Marceleño Zapata, de 34 años de edad ha logrado una pronta recuperación; un grave accidente en motocicleta al dirigirse a su centro de trabajo estuvo a punto de afectar su vida.
Recordó que a principios de este año, mientras circulaba por el Anillo Periférico a bordo de su motocicleta, fue objeto de la falta de pericia del conductor de un trailer, provocando que su moto derrapara y estrellara en las llantas traseras del mismo.
“La vida te cambia después de un accidente, me sentía ineficiente y que no podía hacer nada; tuve que atenderme psicológicamente también porque me deprimí”, señaló.
En consecuencia Antonio sufrió severas lesiones, entre ellas fractura expuesta de fémur derecho. Su padecimiento fue atendido satisfactoriamente por el área de ortopedia y traumatología del Hospital General de Zona No. 02, donde fue sometido a una cirugía para llevar a cabo la colocación de una placa y ocho tornillos.
Para continuar con su tratamiento, el paciente fue canalizado al área de Medicina y Rehabilitación del Hospital General de Zona No.50; los pacientes son atendidos por un médico especialista quien determina un diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento. Además, el grupo de profesionales en terapia física o terapia ocupacional siguen siendo la guía para una pronta recuperación.
El área de Médicina Física y Rehabilitación del IMSS, cuenta con equipo especializado para una atención completa, tales como: tinas de hidroterapia, electroterapia, ultrasonido de calor profundo, entre otros; así como también, servicio de terapia ocupacional con aditamentos, en la que se brinda al paciente accesorios y programas que le ayuden a realizar sus actividades cotidianas.
Las terapias de rehabilitación han sido primordiales para que Antonio pueda reincorporarse a su vida diaria de forma independiente.
Su terapista, Nidia Iveth Ramos Angeles, comentó que Antonio se ha recuperado progresivamente gracias a su constancia, “llegó aquí con la pierna rigida, no podia apoyar y tenía que usar dos muletas para poder caminar. Ahora ya tiene una flexión de 90 grados y mejoró la fuerza de su pierna. En la etapa final de la terapia dejará el bastón y terminará de fortalecer su pierna para que pueda reincorporarse al 100 porciento a sus actividades”.
“Aunque cambió mi vida, lo mejor de esto es que estoy mas cerca de mi familia convivo con mis hijos y con mi esposa”.
La recomendación del señor Antonio, para quienes como él enfrentan una situación similar de recuperación, es asistir puntualmente a las terapias, realizar los ejercicios o actividades recomendadas y atender las indicaciones de los médicos para tener resultados efectivos, “es mucho apoyo contar con el IMSS, he recibido buena atención, y poco a poco me he recuperado gracias a mis terapias y el apoyo de mi familia”.
Fuente: Instituto Mexicano del Seguro Social