Si el señor Jorge Terán Juárez -licenciado para los cuates- de verdad va a rendir un informe de gobierno de su primer año de gestión, sería bueno que contemplara algunos de sus oscuros manejos presidenciales en Ciudad Valles.
Para empezar, deberá decir de dónde salen los 100 millones de pesos que gastará en las despensas que regala mes con mes a 30 mil personas, pero sobre todo, qué empresarios se benefician, porque se habla de personajes conocidos a los que les está engordado el bolsillo y la verdad, de ser cierto, hasta se podría hablar de traición a su partido, el PRI.
Por otro lado, está el tema de la inseguridad. Aunque sus consejeros le dijeron un día que era bueno decir que aquí no pasa nada, lo cierto es que el señor llega a su informe con una buena tanda de homicidios y robos de vehículo, pero él rodeado de intensa seguridad personal.
Por si fuera poco, presumirá unas cuantas obras. Un puente escolar por aquí, otro por allá; un techado escolar de un lado, otro en el otro; unas cuantas calles pavimentadas que dejó encaminadas su rival político Juan José Ortiz Azuara.
El señor Terán ha hecho algunas acciones de relumbrón y nada más.
También dirá que trajo algunas empresas. ¿Cuáles? Las que todavía no llegan, las que quizá no pueda inaugurar porque se le terminará el trienio.
Y lo peor es que "puso en marcha" el fracasado parque tipo Tangamanga, en cuyo caso ni siquiera se ponen de acuerdo él ni el Gobierno del Estado para darle un nombre.
Sus decisiones también han dejado mucho qué desear. Es quizá el alcalde del país que más funcionarios ha cambiado en apenas un año, lo que demuestra su incapacidad para elegir bien a su equipo más cercano.
Pero no, nada de eso dirá en el informe.
