Araceliy José Luis. |
Araceli Sustaita, madre de dos niñas, empleada de una empresa y principal responsable de cuidar a su familia, no imaginaba que su vida daría un giro de 360 grados. Frente a ella el médico del IMSS, le dijo: "Tiene usted insuficiencia renal".
Y luego “me explicó los riesgos, verdaderamente me asusté; pensaba mucho en mis dos hijas, mi esposo y mi familia, mi vida sería muy difícil como paciente de trasplante de riñón. Comenzó con diversos síntomas que me llevaron a acudir con los especialistas del IMSS".
Después fue diagnosticada con insuficiencia renal, condición médica que la obligaría a procedimientos de hemodiálisis. Su esperanza se centraba en ser candidata a un trasplante y encontrar a la persona donadora.
“No resultó tan fácil, porque las pruebas de compatibilidad no eran favorables. No me rendí. Cierto día un amigo de la familia aceptó realizar dichas pruebas y donar su riñón; nuestro agradecimiento y afecto lo tendrá toda la vida”, indicó Araceli.
Por su parte, el coordinador de la Unidad de Trasplantes del Hospital General de Zona No. 50, doctor Francisco Rodríguez Quilantán, indicó que son factibles las donaciones aún y a pesar de no ser familiares directos.
“El regalo más grande que una persona pueda dar es un órgano, esa es una de las muestras de amor por la vida”, indicó el especialista.
Refirió que un trasplante renal para quién lo recibe significa una nueva oportunidad de vida, y el caso de Araceli Sustaita, es un claro ejemplo de que al ser de trasplantada se pueden tener las condiciones adecuadas para incluso, gestar una nueva vida al convertirse en madre.
Bajo un estricto protocolo médico, los especialistas de la Unidad de Trasplantes del HGZ No. 50, realizaron el trasplante, exitosamente ambos pacientes se recuperaron satisfactoriamente.
Años después, la segunda gran noticia llegó para Araceli. “Me enteré de que estaba embarazada; inmediatamente los médicos del Instituto me dijeron que mi caso sería un embarazo de alto riesgo, por lo que estuvieron siempre cerca de mí, cuidando cada detalle de mí y del bebé".
Hoy, José Luis, su hijo, está a punto de cumplir 3 años edad, nació sin complicaciones gracias a los cuidados de su mamá, su familia y los especialistas del IMSS.
“No hay mejor regalo que un órgano, sobre todo si esto significa dejar la hemodiálisis y sus implicaciones para el paciente y la familia; yo les quiero invitar a que compartan su vida con alguien a través de la donación”, finalizó Araceli Sustaita.
Fuente: Instituto Mexicano del Seguro Social