Carreras. |
Decirle al gobernador Juan Manuel Carreras López que "le faltan huevos" para enfrentar la inseguridad en San Luis Potosí, le costó al diputado Alejandro Segovia Hernández salir del Congreso del Estado.
La pregunta que queda en el aire, es que, más allá de haber faltado el respeto a la investidura de Carreras -no hay que tomárselo personal, porque criticó una inacción de gobierno-, ¿qué lo llevó a dejar una curul que le otorgaron los ciudadanos?
Ni siquiera Carreras debió aceptar tal licencia del cargo, porque esa decisión sí fue una falta de respeto para el electorado de su distrito I, el cual abarca las zonas norte y oeste de San Luis Potosí, en concreto los municipios de Ahualulco, Catorce, Cedral, Charcas, Matehuala, Mexquitic de Carmona, Moctezuma, Salinas, Santo Domingo, Vanegas, Venado, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz y Villa de Ramos.
¿De qué sirve votar por un legislador, si con las manos en la cintura, otro poder, en este caso el Ejecutivo, hace cera y pabilo del Legislativo y se impone?
Si Carreras se sintió ofendido -ambos son priístas-, con esta salida salomónica, quedó como un mandatario intolerante a la crítica, de piel sensible, al que poco le importa lo que diga la gente.
Mal por Segovia, pero peor por Carreras.
Y la verdad no tiene a San Luis Potosí en los cuernos de la seguridad.
Segovia. |