sábado, 20 de agosto de 2016

El lonche no es desayuno: SSA


Con el objetivo de que aseguren sus niveles de nutrición los estudiantes de nivel básico y medio básico que regresan tras la finalización del periodo vacacional, la Secretaría de Salud recomienda la elaboración de un refrigerio para su ingesta durante el horario de receso.

El refrigerio es un alimento ligero que se debe consumir entre las comidas principales y es preparado en el hogar o en algunos casos puesto en venta en las cooperativas escolares, los beneficios de este refrigerio se manifiestan a través de la proporción de los nutrimientos y la energía necesaria entre comidas, con la intención de evitar ayunos y mantener la saciedad del apetito.

Este alimento entre comidas es un complemento y por lo tanto no sustituye al desayuno, la comida o la cena; su preparación debe efectuarse con las medidas necesarias de higiene, y en cuanto a su contenido deberá incluir frutas y verduras; cereales; leguminosas y alimentos de origen animal; además, se debe poner especial atención en las porciones que se proporcionan, así como incluir agua natural.

Las verduras y frutas son una fuente de vitaminas, minerales y fibra que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo humano, un adecuado crecimiento, así como el desarrollo y el estado de salud; los cereales son la fuente principal de energía que el organismo utiliza para realizar las actividades diarias tales como: correr, jugar, estudiar, entre otras, también son fuente importante de fibra cuando se consumen enteros; las leguminosas y los alimentos de origen animal proporcionan a su vez las proteínas necesarias para el crecimiento y desarrollo de los niños, así como para la formación y reparación del tejido.

Además del refrigerio o lonche que se debe suministrar a los niños y adolescentes, se debe por igual procurar proporcionar en sus comidas principales, alimentos de los tres grupos mencionados, ya que una alimentación correcta para este sector de la población, ayuda a tener un correcto desarrollo para la edad del menor, mejora la concentración y el aprendizaje, propicia un buen goce de salud, disminuyendo los riesgos de enfermedades y evita algún grado de desnutrición, sobrepeso y obesidad.

Fuente: Secretaría de Salud

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