Trump en el Congreso. |
Dicen que el traje hace al hombre. En el caso del presidente Donald Trump, podría ser el traje el que haga al presidente.
El gran aporte de su primer discurso ante el Congreso el martes fue la imagen presidencial que proyectó el magnate neoyorquino de bienes raíces.
Aunque gran parte de esto tuvo que ver con el tono más esperanzador de su discurso, en comparación con el talante premonitorio de su campaña y su primer mes en el cargo, lo visual también fue un factor importante.
Trump, de 70 años, eligió una corbata azul marino a rayas más a la moda, en lugar de la característica corbata roja ancha que usó en su toma de posesión y en varios eventos de alto perfil desde entonces.
Parado frente al Congreso, el republicano mantuvo la chaqueta del traje abotonada (con frecuencia lo lleva abierto), proyectando una imagen más limpia y cuidada. Hasta su cabello se veía menos estridente, señaló una historiadora de la Casa Blanca. Dado este conjunto de sutiles modificaciones, Trump, se ganó esa noche algunos elogios de sastrería poco habituales.
“Para la enorme personalidad y la imagen de reality show que tiene Donald Trump, le bajó de tono a todo eso”, dijo Barbara Perry, historiadora presidencial en el Centro Miller de Asuntos Públicos de la Universidad de Virginia. “No debe minimizarse” la importancia de su apariencia, sus gestos y su forma de hablar, señaló, porque durante la campaña y la transición, el público se preguntaba cuándo se volvería más presidencial – o si llegaría a hacerlo.
“El presidente se veía y sonaba como el líder que es”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Hope Hicks, que rechazó hacer más comentarios sobre el guardarropa de Trump o si esta versión más sofisticada es el comienzo de una nueva fase.
El traje que usó Trump era azul marino oscuro, uno de los colores más formales, y estaba mejor ajustado de lo normal. Con la corbata azul marino, la combinación rebosaba seriedad.
También se deshizo de la chaqueta del traje demasiado larga y suelta, para adoptar una silueta más moderna con las proporciones adecuadas, comentó Joseph Abboud, diseñador y director creativo de Men’s Wearhouse.
Y luego está el botón. Trump rara vez se ha abotonado la chaqueta en el pasado, decisión que transmite una atmósfera casual o que uno está a punto de sentarse. Pero esta vez sí lo hizo mientras hablaba ante los legisladores de la nación, tal y como debe ser.
Trump se ha aferrado durante años a su brillante corbata color rojo bombero. Se aferró a las corbatas rojas sólidas en sus discursos más importantes – su toma de posesión, ante la Conferencia de Acción Política Conservadora, durante su primera rueda de prensa como presidente y en algunos de sus más grandes mítines. Pero Abboud dijo que ese tosco pedazo de tela roja “parece pasado de moda”, una reliquia de los fanfarrones hombres de dinero del Manhattan de los 80. “Me alegra que no haya usado eso”, comentó.
Fuente: Bloomberg