Las plumas pistola calibre .22 sí existen, pero son muy raras y más en una funcionaria pública. |
La primera pregunta que debería responder la secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez sobre su lesión de bala sufrida este domingo en su casa de Axtla de Terrazas, es: ¿Qué hacía con una pluma pistola en la mano?
Esas armas sí existen, las hay en el mercado mexicano, pero no son de uso cotidiano. De hecho, resultan una rareza, pero no hay duda de que son para la defensa personal.
¿Qué temía la secretaria?
En efecto, como dice la Procuraduría General de Justicia del Estado en su comunicado oficial de los hechos, estas plumas pistola son de calibre .22. Las hay cortas y largas e incluso tipo Mágnum. También hay calibre .25, que son más toscas.
En una rápida búsqueda por Internet, resulta que estas plumas tácticas no son muy comunes en México. Sí hay noticias de diversos decomisos, pero muy pocos.
La PGJE, por lo tanto, debe informar si la secretaria cometió un delito al portar una pluma pistola; la secretaria aclarar para qué la quería y, finalmente, en qué contexto supuestamente se le disparó en su propia casa hasta herirla en el pecho.
Como sea, parece que sí hay un delito qué perseguir.
¿Qué dirá el gobernador Juan Manuel Carreras López a este respecto?
¿Qué futuro le depara a Mónica Rangel?