martes, 21 de febrero de 2017

Receta para un asesino serial (XV)

Dennis Rader.

"Bind, torture and kill", BTK, eran las siglas al inglés del "asesino poeta".

"Atar, torturar y matar", era la macabra filosofía del inglés que por 30 años asoló a los habitantes de Wichita, quien se dedicaba a componer poemas a sus víctimas con las que realizaba todos los pasos de un psicópata, se originaba el periodo de latencia, tal como lo describe Orellana Wiarco en su obra Criminología Moderna y Contemporánea, es decir, almacenaba la idea por cierto tiempo hasta que se decidía a cazar a su presa.

Dennis Rader era su nombre, mismo que al momento de ser atrapado, reiteró con lujo de detalles sus actos, sin embargo a la detención le precedieron 3 décadas en las que no sólo escribió a los medios para hacerse notar, sino que disfrutaba de las acciones policiales que no lograban siquiera arañar su existencia.

Sus primeras víctimas conocidas fueron una familia de 4 integrantes dejando como sobrevivientes a los tres hijos mayores. Muy temprano el 15 de enero de 1974, ingresó al hogar de los Otero, cortó la línea del teléfono y se dedicó a asesinarlos y torturarlos uno a uno. Por la tarde, cuando los menores volvían de la escuela descubrieron los cuerpos de sus padres y sus hermanos más pequeños en diferentes partes de la casa, este acto, conmocionó a toda la ciudad que exigía encontrar al responsable de aquella masacre.

Eran recién llegados a la ciudad, a pesar de ello contaban con algunas buenas amistades que no dejaron a la policía que olvidara el caso. A pesar de la evidencia dejada en la escena del crimen no podía hacerse mucho con ella puesto que la tecnología del ADN ni siquiera existía. En los medios se habló de un posible culpable, lo que molestó a Rader, quien de inmediato se comunicó con los medios a través de una carta en la que explicaba que si deseaban saber la verdad, debían buscar en una biblioteca y en determinado libro, así, los investigadores se dirigieron al punto señalado, encontraron una carta escrita en máquina donde hablaba del asesinato de los Otero, brindando datos que ciertamente sólo el asesino podría saber.

Tres años después volvió a actuar, una madre de familia fue asesinada frente a sus hijos y aunque los menores dieron referencias sobre la posible identidad del criminal resultó insuficiente. Nancy Fox fue la siguiente víctima, quedó tirada en su cama al igual que las otras mujeres, pero a ella le escribió un poema titulado “Oh, muerte a Nancy”. El escrito incluía un bosquejo sobre la posición última del cuerpo y algunas fotocopias de fotografías de la escena del crimen, el paquete fue entregado a medios locales.

Algunas semanas después una mujer llegó a su casa luego de una cena familiar, al ingresar a su domicilio encontró algunos objetos cambiados de lugar igual que la ropa, en los días posteriores recibió objetos suyos por correo así como un dibujo con los detalles de cómo la habría asesinado, además de una nota que decía “Porqué no llegaste?. Tú no estabas en casa, pero yo sí”.

El remitente firmaba como BTK…

Continuará…

Por: María Reyes / @Agnte_1

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